El consumo de alimentos poco saludables, como
carnes procesadas y bebidas azucaradas, ha superado en las últimas dos décadas
al consumo de productos saludables, como frutas y verduras, en la mayoría de
lugares del mundo, según un informe publicado por la revista británica
"The Lancet Global Health".
Un equipo internacional de investigadores de la
Universidad de Cambridge (UK), realizó un estudio para evaluar la calidad de la
dieta en 187 países, cuya población suma casi 4.500 millones de adultos.
El grupo de investigadores analizó los datos
sobre el consumo de 17 alimentos y los nutrientes claves que se relacionan con
la obesidad y las principales enfermedades no contagiosas, como la diabetes y
las patologías cardiovasculares, así como los cambios en la dieta de la gente
durante esas dos décadas.
Los autores de la investigación advierten de que
el estudio presenta un "panorama preocupante" por el aumento de los
hábitos alimenticios poco saludables y aseguran que es "necesaria una acción
conjunta para revertir esta tendencia".
La alimentación en el Perú es un tema
importante, no solo por el conocido hecho de que la alimentación de la mayoría
de ciudadanos en nuestro país no es óptima, también tiene relevancia porque
está demostrado que para que un ser humano pueda desarrollar al máximo sus
facultades, el tener una dieta adecuada es absolutamente necesario.
Si un niño no recibe una buen nutrición tendrá
menos posibilidades de mostrar un buen rendimiento académico. Trasladando esto
a un marco laboral, si un trabajador no se nutre adecuadamente tiene más riesgo
de contraer enfermedades ya que su sistema inmunológico no se encontrará en
condiciones de hacer frente a las mismas. Esto tiene gran importancia porque
reduce la capacidad de producción y consecuentemente las posibilidades de
percibir ingresos.
En el 2011, Adrián Díaz, experto de la
Organización Panamericana de la Salud, señaló que el Perú ocupaba el octavo puesto a nivel mundial
en obesidad infantil, siendo un promedio del 16% de los niños del país, entre
los cuales los de seis a nueve años son los más afectados.
Los peruanos cada día se muestran más orgullosos
de la gastronomía nacional, sin embargo, pese a los variados y deliciosos
platos, priman malos hábitos alimenticios. Entonces ¿cómo y qué comen los
peruanos?
La nutricionista Slovenia Ulloa calificó la
alimentación de nuestros connacionales como “pésima”, señalando que los hábitos
se han vuelto irregulares, con tendencia a comer mal. Anotó que se abusa de las
comidas chatarras, se deja de lado alimentos saludables como frutas y verduras,
lo que sumado a una vida sedentaria deteriora el organismo y ocasiona
enfermedades.
En Perú existe todavía un componente de falta de
información o un exceso de información errónea que sigue condicionando los
hábitos de alimentación de sus habitantes. El principal problema que se plantea
aquí es que el aspecto informativo, de educación y de comunicación no tiene un
papel definido dentro de los planes de control desde el Estado.
El Ministerio de Salud advirtió que existe una
elevada prevalencia de consumo de ‘comida chatarra’ o fast food en la población
peruana, especialmente en Lima Metropolitana (66%), y añadió que se están
observando muchos casos en los que la gente sube de peso no por comer en
exceso, sino por alimentarse mal.
Esta estadística demuestra los
malos hábitos de alimentación de la población en los últimos
años, lo cual también se refleja en el incremento de algunas enfermedades por
sobrepeso y obesidad. Si alguien engorda no es porque coma en exceso, sino
porque se alimenta de manera inadecuada y acumula grasas en su cuerpo, debido a
la selección errónea de los alimentos
En 2013, Los malos hábitos alimenticios
causarían una tendencia creciente en los niveles de anemia en las zonas urbanas
del país; a diferencia de las áreas rurales, donde se observa una disminución
de ese problema. Esto obedecía a que en las zonas urbanas la
vida familiar es más difícil, porque la mayoría tiene que salir
a trabajar, por lo tanto se come fuera y de manera poco saludable.
Las
consecuencias de una mala alimentación puede ocasionar enfermedades como
diabetes mellitus tipo 2, obesidad, hipertensión arterial, dislipidemias, entre
otros.
Está comprobado que para el Perú, la calidad de
la alimentación está relacionada con: La disponibilidad de los alimentos, con
el comportamiento alimentario del individuo (cómo utiliza los alimentos, lo
cual está determinado por el grupo social al que pertenece y el nivel educativo
que posee) y con el aprovechamiento biológico de los alimentos, es decir qué
tan bien el organismo absorbe los nutrientes obtenidos en la ingesta.
¿Sería entonces una solución que el Estado
subsidie programas para mejorar la alimentación en los sectores de nivel socio
económico más bajo?
Probablemente no, estudios realizados, indican
que ante un aumento de ingresos, las familias reemplazarían alimentos baratos
por alimentos más caros sin tomar en cuenta el valor nutricional de los mismos,
simplemente se guiarían por el sabor, aroma, apariencia y estatus.
Se puede entender de estos datos que la solución
al déficit alimentario que se observa en el país no comprende solamente el
subsidio de productos alimenticios repartidos a los sectores más necesitados.
Es necesaria la educación de la población en lo que respecta a nutrición
balanceada.
Se están llevando a cabos medidas que pretenden
fomentar la educación sobre una alimentación saludable desde los medios de
comunicación. Campañas informativas, como parte de las políticas públicas, que fomenten la educación nutricional y el
fomento de la actividad física. El órgano encargado de supervisar que estas
políticas públicas es El Observatorio de Nutrición y de Estudio del Sobrepeso y
de Obesidad (ONESO).
Lo que sí está claro es la necesidad de
construir hábitos de vida saludable, no solamente para la población peruana,
sino para la población de todo el mundo y en este sentido el estado juega un
papel fundamental.
Fuentes:
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